El pasado romano de Barcelona, Barcino, es una de las mejores visitas que puedes hacer si te atrae la historia. El núcleo central está concentrado en la parte antigua de la ciudad. Podemos realizar este paseo alternando diferentes períodos históricos, desde algunos vestigios ibéricos, romanos, edad media, medieval, hasta la edad moderna.

Pero ahora nos centraremos en el período romano. Hace unos 2.000 años, el emperador Augusto, en su afán por controlar la península, funda Barcino. Concretamente, la Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino, entre el año 15 a.C y el 10 a.C, posterior a los asentamientos de Emporion (Empúries), Rhodae (Roses) y Tarraco (Tarragona).

Os proponemos empezar la visita por la Vía sepulcral romana.

Situada en la Plaza Vila de Madrid, en el corazón de la ciudad. Aquí podremos observar monumentos funerarios: aras, estelas y especialmente cupas que se utilizaron entre los siglos I y III de nuestra era. En esa época, la ley prohibía los enterramientos dentro de la ciudad​, y por ello las áreas funerarias de Barcino se situaban fuera de las murallas. En este contexto, la necrópolis se considera una vía sepulcral secundaria,​ con enterramientos de personas de clase media o baja​ (esclavos y libertos).

Seguimos el paseo por el Templo de Augusto.

Dedicado al culto del emperador Augusto, está situado dentro del Centre Excursionista de Catalunya, tocando la Plaza Sant Jaume. Podemos observar tres magníficas columnas que fueron halladas durante las obras de este recinto y una cuarta columna que se exponía en la Plaza del Rei y que fue incorporada al conjunto.

Los restos de la Muralla de la antigua Barcino nos acompañan durante diferentes tramos del casco antiguo.

Es el monumento más grande de Barcelona y aún permanece oculto casi unas 2/3 partes de su totalidad. Esta muralla tiene 2000 años de historia entre sus piedras, y a lo largo de la misma hay rincones con encanto que no debes pasar por alto. Sus dimensiones cubren diferentes calles desde la Plaza Nova hasta el Carrer de la Palla.

No podemos dejar este gratificante paseo sin visitar la Porta Praetoria.

Se conoce como Portal del Bisbe y es la única de las cuatro puertas de la muralla romana que se conserva en la actualidad. Era el acceso a Barcino por el Decumanus Maximus, cuyo trazado es actualmente la calle del Bisbe. La puerta se encuentra en la intersección de esta con la Plaza Nova.

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