Barcelona es una de las ciudades del mundo que por su gran atractivo atrae multitud de turistas cada año. El entramado urbano alberga auténticas joyas de la historia tanto a nivel arquitectónico como artístico. Y cuando hablamos con cualquier visitante sobre una arteria emblemática, sin ninguna duda, hay un nombre propio, Las Ramblas.

Este gran paseo al aire libre, de 1,3 kilómetros de longitud, es parte del gran escaparate humano que podemos encontrarnos en Barcelona. Las Ramblas unen la Plaza de Catalunya con el Port Vell, y albergan una variopinta sucesión de tiendas, casetas de souvenirs, cafeterías y restaurantes.

El origen primigenio de este paseo era el cauce que transportaba agua de lluvia a lo largo de la ciudad a modo de desagüe natural aprovechando la pendiente montaña mar hasta desembocar a orillas del mediterráneo. Por eso, el origen de la palabra rambla proviene del árabe y significa arenal, que no es más que los sedimentos que dejaba el agua al deslizarse por su lecho.

Podemos dividir Las Ramblas de Barcelona en cinco secciones que son muy difíciles de diferenciar sino es por algunos hitos arquitectónicos que atesora cada área:

Rambla de Canaletes: Es la primera parte de las Ramblas si tomamos como punto de referencia la Plaza de Catalunya. Quizás la sección más concurrida, porque es muy típico hacerse la foto correspondiente aprovechando la perspectiva de todo el paseo en pendiente hacia el mar. Además hay un punto de atracción, que es la Font de Canaletas, lugar de cita para los festejos futbolísticos y de turistas que prueban su agua para volver a la ciudad.

Rambla de los Estudios: Es el sector que viene a continuación, toma su nombre porque antiguamente se ubicaba el Estudio General o Universidad.

Rambla de las Flores: Aunque ha perdido parte de su encanto es la más llamativa por su colorido y fragancia, ya que en ella se sitúan una gran cantidad de puestos de flores y plantas ornamentales. En esta zona encontramos el Mercado de la Boquería, un lugar que no debes dejar de visitar.

Rambla de los Capuchinos: Es la parte central y aquí los puntos interesantes son el Gran Teatro del Liceo, el Palacio Güell, o la Plaza Reial.

Rambla de Santa Mónica: Es la parte final que desemboca en el Mirador de Colón. Una zona repleta de bares y restaurantes donde podrás pasar una animada tarde viendo pasear la gente.

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