Barcelona tiene una peculiaridad que la diferencia del resto de las grandes ciudades europeas. Su localización geográfica hace muy difícil su expansión ya que se encuentra encerrada entre el mar y las sierras que lo rodean. Por eso, cuando uno visita la ciudad en su extremo sur, lindando al litoral marítimo ve una majestuosa colina que a modo de barrera natural impide la continuidad visual. Ese promontorio de ancha base y escueta altura es Montjuïc, que con poco más de 170 metros de altura, nos brinda un espectacular mirador de toda la ciudad a sus pies.

Punto de peregrinaje para foráneos y autóctonos por motivos lúdicos diversos, Montjuïc agrupa en su extensión una gran variedad de infraestructuras lúdicas, deportivas, culturales y naturales que lo convierten en un punto de visita ineludible.

Se pueden visitar instalaciones como el Estadio Olímpico Lluís Companys (junto al cual se encuentra el Museo de la Fundació Barcelona Olímpica), el Palau Sant Jordi, las Piscinas Bernat Picornell  y la Piscina Municipal de Montjuic que acogieron los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. 

Sus calles y accesos conformaron durante muchos años el antiguo Circuito de Montjuïc disputándose grandes premios de automovilismo y motociclismo y actualmente aprovechado para el  ciclismo como punto de llegada de la Volta a Catalunya e incluso alguna etapa del Tour de Francia.

También acoge un gran despliegue de instituciones culturales como el Barcelona Teatre Musical, el Museu Olímpic i de l’Esport Joan Antoni Samaranch, el Teatre Lliure, el Mercat de les Flors, el Teatro Griego, la Fundación Joan Miró, el centro cultural CaixaForum Barcelona, el MNAC, el Museo Etnológico de Barcelona y el Museo de Arqueología de Cataluña y en su cima el Castillo de Montjuïc, antigua fortaleza y museo militar.

En su entrada principal, por avenida María Cristina desde Plaza España, se encuentran diversos pabellones construidos con motivo de la Exposición Internacional de 1929, como el Pavelló Alemany de Mies van der Rohe, y que constituyen la actual Fira de Barcelona custodiadas por dos torres gemelas símbolo de dicha exposición.

Por último, destacan el Jardín Botánico Histórico de Barcelona, que dispone de una colección única de cactus, y el nuevo Jardín Botánico de Barcelona especializado en la flora de las zonas mediterráneas del mundo. Si eres un amante de la naturaleza, estos espacios no te los puedes perder.

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