Para recorrer Barcelona a golpe de paladar nada mejor que hacerlo a la hora del vermut y degustando un clásico en materia de acompañamiento de tan singular bebida, las patatas bravas.

Un plato sencillo pero que tiene una legión de expertos capaces de trazar una ruta con los mejores establecimientos donde poder degustarlas.

Decimos que es un plato sencillo pero tiene sus secretos, el primero es la patata cuyo tipo y variedad marcan la diferencia, no es lo mismo freír una variedad harinosa, más propia de un buen puré que otra dura y resistente habitual de un excelente guisado que soporta largas horas de cocción sin deshacerse. Maneras de freirlas y el aceite utilizado son matices de cata que inclinan la balanza hacia unos gustos u otros. 

Pero lo que realmente marca la divergencia es la salsa, por eso el nombre de patatas bravas, una salsa que debe tener la dosis justa de picante para no enmascarar una buena materia prima. Siempre repetimos lo mismo, cuidado con las salsas (de cualquier tipo) muchas veces se utilizan para enmascarar más que para realzar. Aquí se trata de darle el toque necesario para convertir unas simples patatas fritas en un plato de valor y enjundia, ideal para acompañar una bebida de mediodía. 

Podemos reemplazar el vermut por una cerveza, una copa de vino o incluso un Bitter pero las patatas bravas no las podemos cambiar por unas olivas o berberechos, son complementarias pero no una alternativa.

Barcelona tiene una serie de  bares con encanto que la sabiduría popular ha encumbrado a los altares de este aperitivo. Por eso te proponemos que abras tu app Zolty y escojas el vehículo más cercano para que te lleve de ruta. Aquí te damos alguna ideas de lo que puede ser un mapa de los mejores sabores.

Empezamos por el barrio de Sarrià y que mejor que El Tomás de Sarrià, fijo en los listados más recomendados. Bajamos hacia la zona centro y hacemos parada en La Taverna del Clínic sus patatas bravas han sido premiadas en numerosas ocasiones. Seguimos un poco más hacia zona mar y nos topamos con el Sant Antoni Gloriós una bodega clásica de Barcelona. Si te gustan más potentes y sabrosas La Esquinica en el Passeig Fabra i Puig también es un referente. Pero si hay un sitio que no debes obviar es el bar La Fuente un sitio sencillo cuya relación calidad precio es indiscutible.

Seguramente tú tendrás tu propio criterio y paladar, ¿cuál es tu lugar favorito para saborear unas exquisitas patatas bravas en Barcelona?