No podemos negar que, por culpa de la crisis sanitaria que nos ha tocado vivir, la vida ociosa de la que tanto podía presumir Barcelona los veranos anteriores se está viendo perjudicada. Aforos limitados, colas, cancelación de eventos multitudinarios… En todos los sectores se están tomando las medidas necesarias para asegurar el bienestar de los usuarios en la medida de lo posible. Pero, ¿qué pasa con el sector de la cultura en concreto? ¿Se está viendo perjudicada en exceso? ¿Es posible disfrutar de una cultura segura en Barcelona? ¡Te lo contamos!
Desde hace unos meses, el sector cultural está siendo de los más perjudicados a causa de las restricciones de los diferentes organismos públicos para frenar la propagación de la COVID-19. Los profesionales y aficionados del sector no han podido quedarse callados ante unas medidas abusivas que no tienen coherencia con otras que están adoptando en otros sectores como, por ejemplo, el sector de la hostelería.
Por este motivo, se inició la campaña La Cultura es Segura, bajo el hashtag #culturasegura, para reivindicar espectáculos tales como conciertos, obras de teatro, cine, y otras actividades culturales que aseguran estar cumpliendo con todas las normativas sanitarias correspondientes y que además, suponen espacios mucho más seguros que otros donde no se están aplicando tantas restricciones.
El día 20 de julio de 2020, desde la iniciativa #CulturaSegura, se publicó una nota de prensa donde se ponían sobre la mesa los temas candentes alrededor de las restricciones culturales: “ninguno de los 140 brotes activos en Cataluña tiene su origen en un acto cultural”. Y sin embargo, ¿qué actos se decidieron cancelar por completo? Los actos culturales.
La indignación de este sector estaba perfectamente justificada. Nos lo cuentan así:
“No es aceptable, ni cierto, ni justo, que se lance el mensaje a la ciudadanía de que la cultura es una actividad contagiosa y se nos prive de la viabilidad económica que podamos tener después de 4 meses de crisis. Playas abiertas, actividades abiertas, la calle abierta, las vacaciones a la vuelta de la esquina, y la única ocurrencia es cerrar los espacios seguros donde la gente lo pasa bien, disfruta, reflexiona, ríe y llora…, en condiciones de máximo control, higiene y distancia, homologados por el propio PROCICAT.”
Un sector que se toma en serio las medidas de seguridad sanitaria como es el cultural, no merece ser el más castigado. Los artistas, los profesionales, los aficionados, toda la gente que hay encima y detrás de un escenario… Todos ellos merecen poder seguir haciendo su trabajo, ya que cumplen todas las normas para poder hacerlo.
Este verano, realiza actividades seguras y de forma responsable, acude a actividades culturales. Ve al cine, al teatro, o a un concierto.
En Barcelona, la cultura es segura.
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